Los alvéolos son pequeñas cavidades en los pulmones donde se produce la intercambio de gases (oxígeno y dióxido de carbono) entre la sangre y el aire inspirado.
Los alvéolos están rodeados por capilares sanguíneos, y cuando respiramos, el aire inspirado entra a los alvéolos y el oxígeno pasa a través de las paredes de los alvéolos y de los capilares para entrar en la circulación sanguínea.
Al mismo tiempo, el dióxido de carbono, un producto de desecho del metabolismo celular, pasa de la sangre a través de los capilares y los alvéolos para ser exhalado.
Los alvéolos son una parte importante del sistema respiratorio y juegan un papel fundamental en la obtención de oxígeno para el cuerpo y en la eliminación de dióxido de carbono.
Características
Algunas características de los alvéolos son:
- Tienen una forma redonda o ovalada y están ubicados en las profundidades de los pulmones.
- Son muy pequeños, con un diámetro promedio de alrededor de 0,3 milímetros.
- Están rodeados por capilares sanguíneos muy finos, lo que permite que el intercambio de gases entre la sangre y el aire sea eficiente.
- Su pared es muy fina y está formada por dos capas de células: las células del tipo I y las células del tipo II. Las células del tipo I son células planas y delgadas que forman la mayor parte de la pared del alvéolo. Las células del tipo II son células redondas y más pequeñas que producen una sustancia llamada surfactante, que ayuda a mantener la elasticidad de los alvéolos y facilita la respiración.
- Los alvéolos están interconectados entre sí y con los bronquios por medio de pequeños conductos llamados bronquiolos.
- Tienen una gran superficie y una gran cantidad de alvéolos en los pulmones, lo que permite una amplia área de intercambio de gases y una eficiente absorción de oxígeno y eliminación de dióxido de carbono.
Estructura
La estructura de los alvéolos incluye dos capas de células:
- Células del tipo I: son células planas y delgadas que forman la mayor parte de la pared del alvéolo. Tienen una gran cantidad de mitocondrias, lo que les permite producir energía a partir del oxígeno que entra al alvéolo.
- Células del tipo II: son células redondas y más pequeñas que producen una sustancia llamada surfactante, que ayuda a mantener la elasticidad de los alvéolos y facilita la respiración. El surfactante es una mezcla de lípidos y proteínas que se produce en los lisosomas de las células del tipo II y se libera al espacio alveolar cuando se necesita.
Además, los alvéolos están rodeados por capilares sanguíneos muy finos que se encuentran en la pared externa de los alvéolos.
Estos capilares están formados por células endoteliales y una capa de fibras musculares que controlan la dilatación y contracción de los capilares y regulan el flujo sanguíneo. Los capilares y los alvéolos están separados por una capa muy delgada de tejido conectivo llamada membrana alveolo-capilar, que permite el intercambio de gases entre la sangre y el aire.