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Características del Antropocentrismo

caracteristicas del antropocentrismo

El antropocentrismo es una característica común de muchos conocimientos y culturas occidentales. En general, su origen está vinculado a movimientos como el Humanismo y el Renacimiento.

Por tanto, como toda idea, el antropocentrismo tiene consecuencias éticas y políticas en el mundo.

Qué es el antropocentrismo

El antropocentrismo es una forma de pensar que sitúa al ser humano como una esencia diferente a todas las demás cosas del mundo, y que además es la más importante.

Así, del griego, «anthropo» que significa hombre, y «centrismo» o «kentron» que significa centro, muestra cómo la humanidad se sitúa en el centro de todo según esta idea.

Entonces, ¿qué es una visión antropocéntrica?

Por ejemplo, es considerar que sólo la especie humana posee inteligencia, o que toda la naturaleza está hecha por el hombre.

De este modo, cualquier existencia no humana acaba ocupando un lugar de menor importancia en el antropocentrismo.

Características

Hoy en día, el antropocentrismo puede observarse en una gran variedad de ideas y actitudes. Sin embargo, históricamente, esta forma de pensar tenía un origen y unas características más específicas. Aquí están algunos de ellos:

  • Se retira la figura de Dios como explicación central del universo.
  • Exaltación de la razón o racionalidad como propiedad humana.
  • El Cientificismo, que valora un tipo de ciencia en la que el ser humano obtiene el control de la naturaleza.
  • El fin de las cosas es el hombre. Por lo tanto, las decisiones deben tomarse teniendo en cuenta las consecuencias para los seres humanos.
  • El Esencialismo, es decir, que ser «humano» es una propiedad inmutable, natural y central que no se comparte con ninguna otra especie.

Son características que llaman la atención en el movimiento en el que se cuestionan los fundamentos ideológicos de la Edad Media, es decir, en el Renacimiento. Sin embargo, algunos de estos puntos siguen presentes en el antropocentrismo moderno.

Antropocentrismo y teocentrismo

Históricamente, el antropocentrismo tiene su gran hito con la aparición del Renacimiento. Así, uno de los grandes objetivos del Renacimiento fue criticar las ideas que sustentaban la Edad Media, que estaba a punto de llegar a su fin.

Por lo tanto, el Renacimiento, con su antropocentrismo, se opuso al teocentrismo de las antiguas costumbres. El teocentrismo significa la exaltación y centralidad de Dios para la explicación del mundo.

En cambio, con los nuevos tiempos, el hombre se situó en el centro de las cosas, antes ocupado por el ser divino.

En consecuencia, las tradiciones y la religiosidad se consideraron irracionales, por lo que se exaltó el cientificismo, la experimentación y la Razón, que son todas obras humanas.

En definitiva, antropocentrismo y teocentrismo son dos pensamientos considerados opuestos.

Sin embargo, si seguimos el razonamiento del filósofo Feuerbach, se puede pensar que ambas son dos caras de la misma moneda. Al fin y al cabo, para el autor, la figura de Dios es una proyección humana, creada para suplir sus necesidades. En este sentido, el centro de la historia habría sido siempre el Hombre.

Antropocentrismo y humanismo

El antropocentrismo en el Renacimiento produjo el humanismo: es decir, la idea de que lo «humano» debe ocupar la centralidad de las preocupaciones de las personas.

En su momento, este fue un pensamiento que logró debilitar los poderes de la Iglesia católica, dando paso a nuevas transformaciones sociales.

Sin embargo, hoy en día este tipo de humanismo puede considerarse inadecuado. Al fin y al cabo, el crecimiento del movimiento ecologista y de las causas de los animales ha planteado precisamente la necesidad de ver un mundo más allá del humano.

Además, en el Renacimiento, el ser humano se pensaba en términos de un sujeto masculino y europeo. No por casualidad, varias sociedades no occidentales fueron colonizadas e incluso exterminadas por las naciones europeas.

Occidente siempre se ha considerado la representación de la humanidad y la civilización.

Antropocentrismo y etnocentrismo

Mientras que el antropocentrismo significa exaltar lo humano, el etnocentrismo se refiere a la postura de poner la propia cultura en el centro y menospreciar las demás.

Irónicamente o no, en el Renacimiento convivían bien ambos pensamientos. Por un lado, los europeos valoraban la humanidad, pero entendían la especie humana a su manera: «civilizada», blanca y alfabetizada.

Por otro lado, cualquier otra sociedad humana era despreciada y considerada irracional, bárbara y comparada con los animales.

Por eso, hoy en día, la crítica al etnocentrismo nos hace cuestionar también lo que entendemos por humano. Hoy sabemos que la humanidad es plural y que hay que respetar todas las culturas y formas de existencia.

De esta manera, aunque el antropocentrismo es un término problemático hoy en día, da lugar a varios debates importantes. Por ello, puede ser muy útil identificar las ideas y los discursos antropocéntricos actuales.