Diversidad, costumbres y tradiciones: son palabras que definen bien lo que es la artesanía. Una práctica familiar que se extiende por generaciones y que sigue siendo hoy una fuente de ingresos para las familias que dependen de la técnica para mantener a sus familias.
No podemos negar que la artesanía ocupa un lugar muy importante cuando el tema es la cultura, porque las piezas producidas retratan las vivencias de los pueblos. Por ello, es muy importante conocer un poco más los orígenes de esta técnica y sus principales características.
Origen de la artesanía
Antes de entrar en el tema central de este post, hay que recordar el origen de esta técnica manual. Esto será importante para destacar las principales características de la artesanía, una vez que reconozcamos las influencias culturales en la construcción filosófica de la técnica.
La artesanía es una antigua técnica manual, la más antigua del mundo. Históricamente, vemos aparecer la artesanía en el periodo prehistórico, también llamado neolítico.
La artesanía en el Neolítico era practicada por los «hombres de las cavernas» que fabricaban sus materiales de caza, alimentos, ropa y otras cosas.
Con ello, ante la necesidad de adaptarse al entorno, los hombres del Neolítico comenzaron a mejorar la técnica puliendo y dándole forma a las piedras, fabricando cerámica, tejiendo fibras vegetales y animales. Todo ello realizado manualmente a partir de la utilización de una materia prima.
Historia de la artesanía
A lo largo del tiempo, la artesanía se ha consolidado en todo el mundo. Esto se debe, sobre todo, a que grandes momentos históricos han marcado y dado mayor visibilidad a la técnica o le han quitado visibilidad.
En un primer momento, podemos citar la Revolución Industrial como un importante hito histórico de la técnica. Alrededor del año 1760 (período en el que se produjo la Revolución Industrial) la artesanía sufrió una gran devaluación en el mercado, ya que las industrias disponían de grandes máquinas y también de capacidad para remunerar a los empleados. Como resultado, muchos artesanos dejaron de fabricar sus piezas y pasaron a trabajar en fábricas.
Con la Revolución Industrial en pleno apogeo, comenzó a surgir una dualidad de filosofías. Por un lado el capitalismo efervescente y por otro los artistas y pensadores que predicaban los ideales socialistas.
Fue entonces cuando surgió la figura de Karl Marx con la idea de que «el artesano no podía perder su posición y su identificación con el producto«. Poco después, el grupo «Arts and Crafts» fue creado por William Morris, que pretendía valorar la técnica en medio de las crecientes industrias.
Características de la artesanía
La artesanía es una técnica manual que necesita del uso de máquinas automatizadas para crear piezas y productos. Básicamente, realiza la transformación de una materia prima en objetos útiles para el consumidor. De este modo, sólo una persona es responsable de todo el proceso de producción de la pieza.
La artesanía proviene principalmente de referencias culturales y familiares, donde podemos identificar algunas de sus principales características:
Práctica familiar
La artesanía es una práctica familiar que pasa de generación en generación. Generalmente esta técnica manual implica la ayuda de toda la familia, como un negocio familiar que es una fuente de ingresos para el sustento de todos en la casa.
Rentabilidad
Para la elaboración de los productos se utilizan materias primas de origen natural, como la madera, la cerámica, la arcilla, la paja, el encaje, entre otros, promoviendo así una mayor rentabilidad.
Diversidad cultural
Como ya hemos mencionado, la artesanía ocupa un lugar muy importante cuando el tema es la cultura, porque las piezas producidas retratan las experiencias de las personas. De este modo, la artesanía retrata la diversidad cultural, ya que los objetos representan gran parte de la cultura del país, desde las materias primas hasta todas las técnicas empleadas en el proceso de creación de las piezas artesanales.
Sustentabilidad
Esta técnica promueve la sustentabilidad, después de todo, para producir piezas artesanales se pueden utilizar productos reciclables o que ya no tienen vida útil. También es una forma de minimizar la contaminación y mejorar las condiciones del medio ambiente.