Los caribes (del tupi Kara’ ib, sabio, inteligente) son pueblos indígenas de las Pequeñas Antillas, que le dieron el nombre al Mar del Caribe. Su origen proviene del sur de las Indias Occidentales y de la costa norte de América del Sur.
Características de los Caribes
Historia
Se cree que los caribes abandonaron los bosques tropicales del Orinoco, en Venezuela, para establecerse en el Caribe. En los siglos que antecedieron la llegada de Cristóbal Colón en el archipiélago caribeño, en 1493, los caribes pueden haber expulsado a los igneris, pueblo de habla maipureana, de la región norte de las Pequeñas Antillas.
Los isleños también saqueaban y comerciaban con los tainos de las Islas Vírgenes y de Puerto Rico. Los caribes eran la fuente de oro que Colón encontró en el pozo de los tainos; el oro no era fundido por los amerindios de las islas, pero sí obtenido, a través del comercio, de tribus del continente.
Los caribes eran hábiles navegadores y constructores de embarcaciones.
Los propios caribes fueron desalojados por los europeos y eventualmente fueron todos exterminados durante el período colonial por los españoles. Ellos lograron, sin embargo, mantener el control de algunas islas, como Domínica, San Vicente, Santa Lucia y Trinidad.
Los caribes negros, o garífunas, de San Vicente, heredaron sus características étnicas de un grupo de esclavos negros que formaron quilombos después de un naufragio en el año 1675, posiblemente luego de haber dominado la tripulación del barco.
En el año 1795 fueron deportados a la isla de Roatán, en la costa de Honduras, donde sus descendientes, los garífunas, aún viven hoy en día. Los británicos veían a los “caribes amarillos” como menos hostiles, y permitieron que permanecieran en San Vicente.
La resistencia caribe impidió la colonización de Dominica por los europeos, y las comunidades caribes que permanecieron en San Vicente y en Domínica mantuvieron un cierto grado de autonomía hasta el siglo XIX.
Los últimos hablantes conocidos del caribe isleño murieron en la década del año 1920. Un número modesto de poblaciones haitianas, dominicanas afirman descender de los caribes.
El pueblo
Los caribes pudieron esconderse de los ejércitos europeos. Hoy en día en las costas este de la isla, existe un territorio de 3700 acres donado por la Corona Británica en 1903, donde viven alrededor de 3000 caribes sobrevivientes de muchos años de tratamientos brutales por los colonos españoles, franceses y británicos. Eligen su propio jefe y, en julio de 2003, celebraron el centenario de su territorio.
En julio de 2004 Charles Williams fue elegido jefe caribe. Se dice que son los remanentes de los caribes. Algunos de ellos, sin embargo, se casaron con miembros de la población local.
Existen diversas centenas de caribes en Trinidad, así como una población caribe significativa en San Vicente, cuyo tamaño exacto no se conoce. Algunas comunidades caribe aún se encuentran en América del Sur continental, en países como Venezuela, Colombia, Brasil, Guyana Francesa, Guyana y Suriname. El tamaño de estas comunidades varía mucho.
Tradicionalmente las mujeres se encargaban primeramente de tareas domésticas y de la agricultura, y en el siglo XVII, vivían en casas separadas de los hombres (una costumbre que también sugiere un origen sudamericano).
Las mujeres, sin embargo, eran altamente reverenciadas y poseían un significativo poder sociopolítico. La sociedad caribe de las islas era vista como más igualitaria, socialmente, que la de los tainos.
Aunque existieran jefes de aldeas y líderes de guerra, no existían grandes estados o aristocracias; la unidad básica de gobierno parecían ser las casas grandes habitadas por hombres o mujeres, y gobernadas por uno o más caciques, que les daban cuentas a un consejo tribal.
Religión
Se cree que la palabra caribe originó de la palabra karibna (persona), registrada por Colón como un nombre para los caribes.
Evidencias de canibalismo fueron registradas como un aspecto de rituales de guerra; los miembros de las víctimas eran llevados a casa como trofeos. Los caribes masticaban y escupían bocados de carne de un guerrero especialmente valiente, para que esta valentía fuera asimilada por el guerrero victorioso. Sin embargo no hay pruebas de que ellos comían humanos para satisfacer el hambre.
Los caribes también tenían la tradición de mantener los huesos de sus ancestrales en sus casas, lo que fue tomado originalmente como evidencia de que ellos comían carne humana y que estos huesos serían los restos de banquetes caníbales (que nunca fueron presenciados).
Misioneros como el padre Jean Baptiste Labat y Cesar de Rochefort describieron la práctica caribe de preservarse los huesos de sus ancestrales en las casas como creencia de que los espíritus de los antiguos estarían en sus casas y protegerían a sus descendientes. Hoy en día las prácticas similares son practicadas en ciertas tribus amazónicas.