El género de ciencia ficción es una forma de ficción que se desarrolló en el siglo XX y se refiere a cualquier ficción que incluya un factor científico como componente esencial de la narración.
Características
Este tipo de ficción trata principalmente del impacto de la ciencia, real o imaginaria, sobre la sociedad o los individuos.
Este tipo de género literario puede consistir en una extrapolación cuidadosa y bien informada de hechos y principios científicos, así como puede tratar de áreas completamente imaginarias que incluso son contradictorias con dichos hechos y principios.
En ambos casos, la plausibilidad basada en la ciencia es un requisito obligatorio. De esta manera, la novela gótica Frankenstein (1818), de Mary Shelley, y El extraño caso del Dr. Jekyll y el Sr. Hyde (1886), de Louis Stevenson, se consideran ciencia ficción, mientras que Drácula (1897), de Bram Stoker, basada exclusivamente en lo sobrenatural, no lo es.
Este género surgió a finales del siglo XIX con las novelas científicas de Julio Verne, cuya ciencia se situaba al nivel de la invención, y las novelas científicas socialmente críticas de H. G. Wells.
La ciencia ficción tuvo un gran impulso de desarrollo a partir de 1926, cuando Hugo Gernsback fundó la revista Amazing Stories, dedicada exclusivamente a relatos de este género literario. La radio, la televisión y el cine han aumentado enormemente la popularidad de este tipo de género.
Entre los grandes escritores del género podemos mencionar a Arthur Clarke, Isaac Asimov, A. E. Van Vogt, J. G. Ballard, Ray Bradbury, entre otros.
El enfoque de estos autores incluye predicciones de futuras sociedades en la Tierra, análisis de las consecuencias de los viajes interestelares y una exploración imaginativa de formas de vida inteligente y sus sociedades en otros mundos.
La ciencia ficción es un término mal entendido. Es un «género» literario que presenta historias ficticias y fantásticas, pero cuya fantasía pretende ser verosímil, ya sea en un tiempo y lugar lejanos o cercanos, o incluso en el aquí y ahora.
En realidad, ni siquiera es un «género» como el drama, el crimen o la aventura, sino una característica que puede existir en la historia. Una obra de ciencia ficción puede ser de cualquier género.
La gran diferencia es que intenta convencer a su público de que las ideas que presenta pueden no ser posibles en el contexto actual, pero podrían serlo, utilizando una explicación científica o al menos racional.
Es diferente de la ficción fantástica donde la preocupación por afirmar la viabilidad real de sus eventos no se da, o se da de manera no racional.