El deísmo es una posición filosófica que cree en la existencia de un creador del universo. A diferencia de otros pensadores, para los deístas sólo es posible creer en este creador a través de la razón y el libre ejercicio del pensamiento.
¿Qué es el deísmo?
El deísmo es una posición filosófica que cree que el universo fue creado por una entidad inteligible, ya sea esta entidad la razón superior o Dios, y que es posible, por medios racionales, creer en su existencia.
A diferencia de las religiones que tienen una revelación histórica, es decir, la existencia de materiales (como la Biblia y el Corán) para creer en Dios, el deísmo puede considerarse una religión natural, porque los pensadores deístas entienden que la propia naturaleza, en su existencia y perfección, ya es una prueba de la existencia de Dios.
El pensamiento deísta es, de hecho, una evolución continua de las teorías filosóficas que proponen la existencia de un Dios. El primer indicio para formar el deísmo se encuentra ya en Aristóteles, en el libro «Metafísica«, en el que el filósofo trata de la causa eficiente (la primera causa). Además de la influencia aristotélica, los deístas se inspiraron en el pensamiento científico de Galileo y Newton.
En resumen, el deísmo es la aceptación de que el universo fue creado por algo, una fuerza, una inteligencia, un dios. No hay consenso en la comunidad deísta sobre qué o quién es el creador, sin embargo, todos creen en la creación.
Esto es diferente del agnosticismo, una posición escéptica que no afirma ni niega la existencia de una fuerza creadora, porque para los agnósticos no hay ninguna prueba concreta que demuestre la existencia o inexistencia de un Dios, por lo que no es posible emitir un juicio al respecto.
Características
El deísmo es diverso y no hay consenso dentro de la comunidad sobre varios temas. Sin embargo, es posible definir algunas características de esta posición filosófica.
Cree que Dios, el organizador del universo o la fuerza creadora, no interfiere en el mundo. Esto significa que, para los deístas, Dios no está personificado.
Del argumento de la no interferencia se desprenden algunas consecuencias:
- Cree en la idea de una providencia general y no particular, es decir, Dios sería un creador, no un ser que concede gracias a algunas personas.
- No cree en los milagros.
- No creen en el juicio final; Dios no premiará ni castigará a nadie.
- Consideran que los llamados escritos sagrados son en realidad creaciones humanas y no dicen nada sobre la verdad de Dios.
- Sobre la cuestión de si es o no una religión, tampoco hay un argumento único y absoluto. Se puede afirmar que es categóricamente diferente de las religiones positivas como el cristianismo, el islam, el judaísmo, etc. Al principio, los primeros pensadores deístas no consideraban el deísmo como una religión.