El epicureísmo es una filosofía que predica la búsqueda de los placeres moderados de la vida. La meta es la consecución de la tranquilidad, la sensatez y la liberación de la dependencia de lo material.
La filosofía también afirma que comprender la limitación de los placeres y los deseos es el secreto para liberarse del miedo. Según este precepto, cuando los deseos son demasiados, las perturbaciones son inmensas.
El ansia de logro dificulta el establecimiento de la salud mental, la paz corporal y la serenidad espiritual. De esta manera, el filósofo Epicuro de Samos estableció que el mayor placer estaba en el reconocimiento de las limitaciones.
Así, era necesario comprender que la búsqueda del placer llegaba a un límite. Excederlo bajo la avaricia provocaría perturbaciones internas, siendo la cúspide del malestar personal.
Los preceptos del epicureísmo son los más variados. Sin embargo, presentan el mismo fin, con el propósito principal de establecer la salud del alma.
La felicidad sólo se encontrará cuando los placeres mínimos se sientan de verdad. Más hacia el interior, el objetivo no sería el lujo para promover la felicidad, sino entender la felicidad como un lujo.
Características del epicureísmo
El epicureísmo es una filosofía sencilla que predica, sobre todo, la sencillez del ser. Epicuro (341 – 269 a.C.) propuso la búsqueda de la salud mental. Esto sólo podría lograrse a partir del momento en el que el ser pudiera ver el placer en los detalles. Presentaba las siguientes características:
- Evitar los dolores, la búsqueda de placeres moderados y la consecución de la felicidad y la sabiduría
- El cultivo de las amistades
- Satisfacción de las necesidades inmediatas
- Rechazo del miedo a la muerte y a los dioses
- Alejarse de la vida pública de la ostentación y el prestigio social
- El objetivo de alcanzar la ataraxia, el estado mental de conservación espiritual imperturbable cuando se alcanza por las acciones de la vida