Un grupo étnico es un grupo de personas que se identifican unas con otras, o son identificadas como tal por terceros, a base de semejanzas culturales o biológicas o ambas.
Tal como los conceptos de raza y nación, el de etnicidad se desarrolló en el contexto de la expansión colonial europea, cuando el mercantilismo y el capitalismo promovían movimientos globales de poblaciones al mismo tiempo que las fronteras de los estados eran definidas de forma más clara y rígida.
En el siglo XIX, los estados modernos, en general, buscaban la legitimidad reclamando la representación de las naciones. Sin embargo, los estados-nación incluyen siempre poblaciones indígenas que fueron excluidas del proyecto de construcción de la nación, o reclutan trabajadores del exterior de sus fronteras.
Estas personas constituyen típicamente grupos étnicos. Consecuentemente, los miembros de grupos étnicos suelen concebir su identidad como algo que está fuera de la historia del estado-nación, sea como alternativa histórica, como en términos no históricos, o en términos de una unión a otro estado-nación.
Esta identidad se expresa muchas veces a través de “tradiciones” variadas que, aunque sean frecuentemente invenciones recientes, apelan a una cierta noción de pasado.
Los grupos étnicos a veces están sujetos a las actitudes y a las acciones prejuiciosas por parte del Estado o por sus miembros. En el siglo XX, los pueblos comenzaron a discutir los conflictos entre grupos étnicos o entre miembros de un grupo étnico y el estado.
Algunos, como Jürgen Habermas y Bruce Barry, discutieron que la legitimidad de estados modernos debe basarse en una noción de derechos políticos para sujetos individuales autónomos. De acuerdo con este punto de vista el estado no puede reconocer la identidad étnica, nacional o racial y debe preferiblemente reforzar la igualdad política y legal de todos los individuos.
Otros, como Charles Taylor y William Kymlicka argumentaron que la noción del individuo autónomo es ella misma una construcción cultural, y que no es ni posible ni correcto tratar a los pueblos como individuos autónomos.
De acuerdo con esta opinión, los estados deben reconocer la identidad étnica y desarrollar procesos en los cuales las necesidades particulares de grupos étnicos puedan considerarse en el contexto de un estado-nación.
Etnicidad
La etnicidad es un término usado para designar las características culturales que unen a un grupo particular y personas, o grupos, internamente. Algunas veces la etnicidad se utiliza incorrectamente para referirse a una minoría de personas o a una raza.
Aunque no puedan considerarse como iguales, el concepto de raza está asociado al de etnia. La diferencia reside en el hecho de que la etnia también comprende los factores culturales, como la nacionalidad, la afiliación tribal, la religión, la lengua y las tradiciones, mientras que la raza comprende solo los factores morfológicos, como el color de piel, constitución física, estatura y rasgos faciales.
Etimología
La palabra dejó de estar relacionada con el paganismo a principios del siglo XVIII. El uso del significado moderno, más cercano al original griego, comenzó en la mitad del siglo XX, habiéndose intensificado desde entonces.
Factores de clasificación
Lengua
La lengua ha sido muchas veces utilizada como factor primario de clasificación de los grupos étnicos, aunque sin duda no está exenta de la manipulación política o de errores. Es necesario destacar también que existe un gran número de lenguas multiétnicas y determinadas etnias son multilenguas.
Cultura
Por lo general este factor se observa en aquellos grupos étnicos que tienen una comunidad y origen en común en el tiempo, o sea, una tradición o historia en común. Esto se logra mediante la transmisión de unos valores, instituciones, costumbres, usos y un lenguaje común de generación en generación para distinguirlo de otros tipos de etnias.
Genética
Para distinguir a un grupo de ciertos individuos que tienen solamente características culturales en común, es importante considerar a la genética de los grupos étnicos. Las etnias se basan en mitos que revelan nociones de parentesco entre sus miembros. Por otro lado, la genética actual necesita corroborar que esa relación genética existe, aunque las pruebas están aún en discusión. La estructura genética, por lo tanto, deriva de los rasgos físicos.