El hidróxido de sodio, también conocido como sosa cáustica o soda cáustica es un hidróxido cáustico usado en la industria en la fabricación de papel, tejidos y detergentes.
Características
- Es un sólido de color blanco
- Es cristalino
- Es altamente tóxico
- Es corrosivo
- Tiene un punto de fusión de 318 ºC
- Presenta un punto de ebullición de 1390 °C
- Es muy soluble en agua, y esta disolución es muy exotérmica, es decir, libera energía en forma de calor
- Dado que reacciona lentamente con el vidrio, la sosa cáustica debe almacenarse en botellas de plástico
- Fórmula: NaOH
- Masa molar: 39.997 g/mol
- Densidad: 2.13 g/cm³
Aplicaciones
La sosa cáustica se utiliza mucho en la limpieza pesada, pero hay que tener mucho cuidado con su uso, ya que es corrosiva y puede destruir los tejidos vivos y causar quemaduras graves.
Otra aplicación del hidróxido de sodio en la vida cotidiana es la producción de jabón. Esto se hace mediante una reacción de saponificación, que se produce cuando un éster se pone a reaccionar con una base inorgánica fuerte, en un medio acuoso y bajo calentamiento, produciendo una sal orgánica y un alcohol.
En la fabricación del jabón, el éster suele ser un triglicérido (triéster derivado del glicerol o la glicerina), que procede de un aceite o grasa, y la base es el hidróxido de sodio. La sal orgánica producida es jabón, y el alcohol es en realidad un polialcohol, la glicerina.
El hidróxido de sodio también se utiliza mucho en la industria para la producción de otros compuestos orgánicos además del jabón, como la seda artificial, el papel, la celulosa y el celofán.
También se lo usa en la purificación de aceites vegetales y derivados del petróleo y en la fabricación de productos para destapar fregaderos y desagües.
Como no se encuentra en la naturaleza, la sosa cáustica tiene que producirse en laboratorios industriales. Esto se hace mediante electrólisis del cloruro de sodio (NaCl – sal de cocina) en un medio acuoso.
Se hace pasar una corriente eléctrica por la salmuera (solución formada por agua y sal). El ion H+ del agua se reduce (gana electrones) en el cátodo (electrodo negativo) y se produce una semirreacción.
Por otro lado, los aniones cloruro (Cl-) de la sal se oxidan (pierden electrones) en el ánodo (electrodo positivo)
La electrólisis de la solución acuosa de NaCl produce, además de soda cáustica (NaOH), hidrógeno gaseoso (H2) y cloro gaseoso (Cl2).