Los incas fueron una compleja civilización que se desarrolló en Sudamérica, originada en una región situada entre el lago Titicaca y la ciudad de Cuzco, en Perú. Hacia finales del siglo XIV, comenzaron a extender su vasto imperio hacia la región de los Andes, que abarcaría Perú, Bolivia, gran parte de Ecuador, el noroeste de Argentina y el norte de Chile.
Características
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Origen
El origen de la civilización incaica se remonta al siglo XII de la era cristiana, cuando las primeras familias se asentaron en el valle del Cuzco, antigua capital del imperio, y alcanzó una población de 15 millones de habitantes, que terminó brutalmente con la invasión española en 1532.
El mito fundacional inca considera a Manco Capac como su primer gobernante y fundador de la ciudad sagrada de Cuzco. Los incas llamaban a su territorio Tawantinsuyu, que en lengua quechua significa «Las cuatro partes».
Antes de la construcción del Imperio Inca, la región estaba habitada por pueblos (llamados preincaicos) con culturas y formaciones sociales avanzadas. Entre estos pueblos se encuentran los chavines, los manabíes, los chimúes, los chinchas, los mochicas, los nazca, los tiahuanacotas y otros.
No pocas veces se utiliza la palabra «inca» para designar a todos los pueblos que vivían en la región de Taeantinsuyu, sin embargo, esto no es correcto. El término se refiere al propio gobernante y a los habitantes del valle del Cuzco.
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Organización política y expansión del Imperio
Cuzco fue la capital del Imperio Inca, la ciudad donde vivía el Inca o Sapa Inca, el gobernante absoluto de una monarquía hereditaria. La expansión de los incas tuvo lugar bajo el reinado del Inca Pachacuti (1438-1471), tras derrotar a la poderosa Confederación Chanca que asolaba a Cuzco.
Pachacuti supervisó la construcción de importantes monumentos de la cultura inca, como el Qorikancha (Templo del Sol) en Cuzco; la ciudadela de Sacsayhuaman, cerca de la antigua capital del Imperio y Machu Picchu.
Para mantener el control de su extenso imperio, el estado inca mantenía un censo de población constante.
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Sociedad
El jefe del Estado era el Inca, un emperador conocido como Sapa Inca (o Inti) y venerado por todos. Un conjunto de sacerdotes, elegidos por el emperador entre la nobleza, estaba al lado del Inca.
La población vivía en pequeñas colectividades agropastoriles, cada pueblo habitado por un grupo de familias (llamado ayllu). La sociedad estaba jerarquizada y formada por los siguientes segmentos:
- Ayllú real: eran los incas de sangre, responsables de la administración del palacio; y los incas de privilegio, es decir, los nobles que ocupaban los cargos religiosos, administrativos y militares.
- Clase media: formada por funcionarios y trabajadores especializados.
- Clase baja: formada por artesanos y campesinos. Pagaban altos impuestos al rey.
Para mantener el Imperio intacto, se formó una compleja red de burocracia administrativa y militar. La sociedad también estaba compuesta por artesanos especializados, como pintores, escultores, alfareros, orfebres; y por curanderos y hechiceros.
Las yanaconas, personas originarias de la sublevación de la ciudad de Yanacu, eran esclavas que realizaban exclusivamente tareas domésticas.
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Arquitectura
Los incas desarrollaron un estilo arquitectónico muy funcional que, a día de hoy, impresiona por su avanzada ingeniería y sus técnicas de trabajo en piedra.
El plano de la ciudad se basaba en un sistema de avenidas principales atravesadas por calles más pequeñas; los callejones conducían a una plaza abierta rodeada de templos y otros edificios.
Un detalle que impresiona mucho son los enormes bloques de piedra que se encajaron con una precisión impresionante, un ejemplo es la fortaleza de Sacsayhuamán, cerca de la ciudad de Cuzco, así como la ciudad sagrada de Machu Picchu.
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Economía
La economía inca se basaba en el ayllu, una especie de comunidad agraria. El maíz era la base de la producción agrícola, seguido de la papa, el tomate, la calabaza, etc. La agricultura estaba muy desarrollada, con la construcción de acueductos, plantaciones en terrazas y canales de riego.
La domesticación de llamas, vicuñas y alpacas fue de gran importancia para la civilización inca, ya que estos animales proporcionaban lana, cuero y se utilizaban como medio de transporte.
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Religión
La religión del estado inca se basaba en el culto al dios Inti, el Sol. Desde el Templo del Sol, en el centro de la ciudad de Cuzco, se podían trazar líneas imaginarias en dirección a los lugares de culto de las diferentes clases sociales de la capital.
Entre las prácticas religiosas estaban las consultas a los oráculos, las confesiones públicas y los sacrificios como ofrendas. El preciso calendario inca marcaba el ciclo anual de las fiestas religiosas.