Trabajar con indicadores es fundamental para mantener el control de las operaciones y la calidad final del producto o servicio que su empresa ofrece.
En todas las fases, es necesario definir indicadores que puedan reflejar las variaciones posibles y, con esto, mantener el control de los resultados esperados por su compañía.
Un buen parámetro de seguimiento es capaz de proveer informaciones valiosas bajo los puntos de vista cualitativo y cuantitativo del desempeño de una organización.
Para eso, es importante definir cuáles son los indicadores que serán utilizados para acompañar cualquier departamento de la empresa. Independientemente de la etapa, es posible medir con precisión y evaluar los resultados.
Características de los Indicadores
Si la compañía va adoptar parámetros que orientarán los pasos siguientes de su planeamiento estratégico, es fundamental que las mediciones sean capaces de contribuir de forma significativa en la gestión de la compañía.
En primer lugar, es necesario tener metas bien definidas. A partir de ese punto, el desarrollo y la implementación de los indicadores de desempeño pueden abrir camino a análisis que permitan que su empresa evolucione.
De hecho, los indicadores tienen como objetivo principal ayudar en la toma de decisiones y en el ajuste de las estrategias previamente concebidas.
Los indicadores necesitan presentar algunos atributos que los caractericen como parámetros confiables y de calidad. Entre ellos:
Disponibilidad: que sea posible recolectar los datos siempre que sea necesario.
Simplicidad: que sean fáciles de comprender y claros en sus definiciones.
Adaptabilidad: que puedan ser ajustados de acuerdo a las variaciones de la demanda.
Estabilidad: que conformen una línea lógica de evolución donde los mismos parámetros sirvan de base.
Rastreabilidad: que sea posible identificar el origen y la forma de cómo fueron registrados.
Representatividad: que sean relevantes e indiquen métricas válidas para la evaluación del proceso.