El multiculturalismo es un concepto que surgió a finales del siglo XX y se ha plasmado en varias políticas públicas. A pesar de su importancia, también es necesario prestar atención a las críticas a esta idea.
¿Qué es el multiculturalismo?
El multiculturalismo es un término que abarca tanto los estudios como las políticas públicas que proponen entender las sociedades humanas siendo compuestas por una variedad de culturas. Por lo tanto, lo más importante del término es valorar esta diversidad.
En general, el origen se remonta a las políticas del Primer Ministro canadiense Pierre Trudeau en los años sesenta y setenta, que propuso promover la coexistencia pacífica entre las diferentes culturas que componían el país.
En aquella época, las políticas públicas de Estados Unidos tendían a fomentar la asimilación de los inmigrantes al modo de vida norteamericano. Con el multiculturalismo, esta perspectiva se transforma para valorar la diferencia entre las culturas y la convivencia entre ellas, muy diferente a la asimilación.
Características
Teniendo en cuenta la discusión realizada hasta ahora, revisa a continuación una lista que recoge las principales características de la concepción multiculturalista del mundo:
- Valorar las diferencias culturales
- Fomentar el respeto y la tolerancia entre culturas
- Crítica a la asimilación de una cultura minoritaria por otra dominante
- Promueve la preservación de las culturas
- Concepción de las culturas como si fueran unidades localizadas, cerradas y distinguibles entre sí
Por lo tanto, una visión multiculturalista de las sociedades siempre tiende a favorecer la convivencia pacífica y democrática entre personas con culturas diferentes. Ciertamente, esta misma idea tiene sus críticas, sobre todo en lo que respecta a cómo se puede lograr esta relación de tolerancia.
Importancia del multiculturalismo y de la crítica
El multiculturalismo es una forma de tratar el tema de la diferencia. En este sentido, en los años setenta, fue una respuesta contraria a los intentos de asimilar a los grupos inmigrantes o minoritarios a una cultura nacional y hegemónica.
Como bromea la antropóloga Marilyn Strathern, «lo bueno de la cultura es que cada uno tiene la suya«. En otras palabras, en el multiculturalismo se crea la concepción de que todas las personas tienen sus propias culturas y las diferencias entre ellas deben ser respetadas y valoradas.
El problema de la concepción multiculturalista de la cultura es que, precisamente, las culturas empiezan a parecer «cosas» cerradas, que se reducen al estilo de vida de una comunidad.
Por lo tanto, aunque es importante reconocer las diferencias culturales, es necesario comprender que no son inmutables ni están cerradas. De este modo, hay que cuidar que el multiculturalismo no caiga en los estereotipos o en la reproducción del racismo.