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Características de la Novela Realista

Una novela realista es un tipo de narración literaria que se caracteriza por presentar personajes, escenarios y tramas que se ajustan a la realidad, en lugar de a elementos fantásticos o sobrenaturales.

Esta corriente literaria se desarrolló en el siglo XIX, y se oponía al Romanticismo, que había sido la corriente dominante anteriormente.

Las novelas realistas suelen mostrar una visión objetiva y crítica de la sociedad, y suelen incluir personajes que representan a diferentes clases sociales y grupos étnicos.

También suelen incluir detalles minuciosos sobre la vida cotidiana y el entorno en el que se desarrolla la trama.

Características

Algunas de las características comunes de la novela realista son:

  • Presentación de personajes y escenarios que se ajustan a la realidad: Los personajes de una novela realista suelen ser personas corrientes, con problemas y virtudes comunes, y no personajes sobrenaturales o fantásticos. Los escenarios también suelen ser lugares reales y conocidos por el autor.
  • Descripción detallada del entorno y la vida cotidiana: Las novelas realistas suelen incluir muchos detalles sobre el entorno y la vida cotidiana de los personajes, para crear una sensación de realismo.
  • Personajes que representan a diferentes clases sociales y grupos étnicos: Las novelas realistas suelen incluir personajes que representan a diferentes segmentos de la sociedad, como diferentes clases sociales o grupos étnicos.
  • Tramas que se basan en problemas y conflictos sociales: Las novelas realistas suelen centrarse en problemas y conflictos sociales, y en cómo estos afectan a los personajes y a la sociedad en general.
  • Una visión objetiva y crítica de la sociedad: Las novelas realistas suelen presentar una visión objetiva y crítica de la sociedad, y pueden utilizar la ficción como medio para denunciar o reflexionar sobre problemas sociales o políticos.

Ejemplos

Algunos ejemplos de novelas realistas son «Madame Bovary» de Gustave Flaubert, «Guerra y paz» de León Tolstói, «Matar a un ruiseñor» de Harper Lee, y «El gran Gatsby» de F. Scott Fitzgerald.