Aunque el concepto de persona puede verse de diferentes maneras y desde distintas perspectivas filosóficas, se puede presentar un análisis basado en las características fundamentales de la persona.
Características
Singularidad
La persona es un ser único e irrepetible, que se reconoce a sí mismo y es reconocido por los demás como tal. La singularidad de la persona nos da a entender el carácter único de la persona, es decir, diferente de los simples otros.
Esta diferencia está representada por las características físicas, mentales, psicológicas y morales que le dan un sentido de unidad e identidad.
Interioridad
En todo ser humano hay un espacio de reserva e intimidad e inviolable, es la conciencia moral.
Autonomía
Como persona, el ser humano es un centro de decisión y acción, tiene en sí mismo el principio y la causa de su acción, es decir, la persona es capaz de autogobierno y autodeterminación, esto implica libertad. Desde la perspectiva de Kant, la persona es autónoma en la medida en que es capaz de darse leyes morales y de afirmarse como ser independiente.
Proyecto
La persona no es un producto terminado, sino un proceso dinámico, en vista de la propia religión, es en este sentido que se dice, la persona es un proyecto, siendo incompleta e infinita, el sujeto está siempre en construcción.
Valor
La persona no se confunde con las cosas, ni tiene precio, cada persona está dotada de dignidad y tiene valor en sí misma, es un valor absoluto y como tal, no puede ser utilizada como medio para un fin.
Somaticidad
La persona es ante todo un ser con características físicas y mentales, pero al mismo tiempo, no es sólo el cuerpo o la mente, la somaticidad resulta de la unión de cuerpo, emociones, sentimientos, pasión y mente.