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Características de la Reforma Gregoriana

caracteristicas de las reformas gregorianas

La Reforma Gregoriana, que también ha sido apodada Reforma Papal o Revolución Papal, fue una serie de medidas dispuestas por el Papado en el siglo XI para librar a la Iglesia de las interferencias del laicismo interno.

Las medidas propuestas resolverían las tensiones existentes entre el Estado y la Iglesia. Simultáneamente, se buscaba la moralización del propio clero, que se lo veía cuestionando las decisiones del Papa.

Por tanto, existía una lucha entre el poder temporal y el espiritual. El episodio duró unos 200 años, con la victoria obtenida por el poder monárquico sobre el poder del Papa.

Características

La Reforma Gregoriana tuvo algunas características que básicamente implicaban:

  • Autoridad concedida al Papa para excomulgar al emperador con el fin de deponerlo.
  • Lucha directa contra la simonía (la simonía sería el término utilizado para referirse a la venta de oficios eclesiásticos y de objetos considerados sagrados).
  • Lucha contra el nicolaísmo (concubinato entre sacerdotes de la Iglesia Católica).
  • El carácter infalible asignado al Papa en materia de moral y fe.
  • La Iglesia sería la única y exclusiva institución para designar los cargos eclesiásticos, sin influencia del Estado.
  • La realización de la Ecclesia Primitivai Forma, que sería un conjunto de propuestas que se pondrían en marcha para restaurar el cristianismo primitivo en la Iglesia según las lecciones propuestas por los Apóstoles.
  • Imposición concreta del celibato.

Contexto de la Reforma Gregoriana

La reforma gregoriana sufrió el efecto deseado. La respuesta fue institucional, y ante las necesidades de fuerza política y de carácter económico, el renacimiento urbano y comercial influyó en diversas decisiones tomadas, ya sea del Estado o de la propia Iglesia.

Además, la nobleza de la época, especialmente la del Sacro Imperio Romano-Germánico, mostró su fuerza e influencia ante la Santa Sede. Allí, los reyes, los emperadores y otros miembros de la nobleza mostraban mayor poder que el propio clero.

La autoridad que se les atribuía interfería directamente en el nombramiento de los cargos eclesiásticos. En el mismo correlato, el Imperio bizantino presentaba una estructura de poder político que favorecía la confluencia del poder espiritual y secular, con el emperador como figura principal.

El nombre era muy característico, llamándose Cesaropapismo.

Para garantizar la fe establecida en la Iglesia, así como el poder del clero, el Papa Gregorio Magno I presentó medidas formuladas para establecer la infalibilidad del Papa, garantizando la supremacía religiosa.

Años más tarde, el Papa León IX continuó con las medidas, y poco después su sucesor Gregorio VII dio un paso concreto al emitir el Dictatus Papae, una medida que proponía numerosas determinaciones que consolidaban la teocracia del Papa.

Por lo tanto, por haber sido iniciada por el papa Gregorio Magno I y aplicada por el papa Gregorio VII, la reforma gregoriana recibió ese nombre.