El Renacimiento se produjo, en mayor o menor medida, en diversas regiones de Europa. Comenzó en Italia y se extendió a Francia, Alemania, Inglaterra, España, Portugal y los Países Bajos.
A pesar de las diversidades regionales, observamos características comunes y fundamentales del Renacimiento, que veremos a continuación.
Características generales
Reanudación de la cultura clásica
Llamamos cultura clásica al conjunto de artes literarias, históricas filosóficas y plásticas producidas por los griegos y romanos en la Edad Antigua.
Los pensadores del Renacimiento querían, ante todo, conocer, estudiar y aprender los textos de la cultura clásica, considerados como portadores de reflexiones y conocimientos que merecían ser recuperados.
Es importante destacar que los textos retomados de la cultura grecorromana tenían como objetivo el conocimiento de otras formas de pensar, no para copiarlas, sino para reflexionar sobre ellas, dentro del contexto propio del paso de la Edad Media a la Edad Moderna.
El pensamiento renacentista se originó en la articulación entre los valores culturales presentes en los textos antiguos y los heredados del pensamiento medieval católico.
El hombre es la medida de todas las cosas
Quizás la característica más llamativa del Renacimiento fue la valorización del ser humano. El humanismo (o antropocentrismo, como suele llamarse) situaba a la persona humana en el centro de la reflexión.
No se trataba de enfrentar al hombre con Dios y competir. Dios siguió siendo soberano ante el ser humano. En realidad, se trataba de valorar a las personas en sí mismas, encontrando en ellas las cualidades y virtudes negadas por el pensamiento católico medieval.
El ideal de universalidad
El Renacimiento creía que una persona podía llegar a aprender y conocer todo lo que se sabe. Por lo tanto, su ideal de ser humano era aquel que conocía todas las artes y todas las ciencias.
Leonardo da Vinci fue considerado, por ello, el modelo del hombre del Renacimiento, pues dominaba varias ciencias y bellas artes. Sabía de Astronomía, Mecánica, Anatomía, realizó los experimentos más variados, diseñó innumerables máquinas y dejó un sinfín de obras maestras pintadas y esculpidas. Da Vinci fue la persona que más se acercó al ideal de universalidad.
La valorización de la razón y la naturaleza
El Renacimiento estuvo marcado por el racionalismo, que se tradujo en la adopción de métodos experimentales y de observación de la naturaleza.
Por estas preocupaciones y valores, los pensadores y escritores del Renacimiento fueron conocidos como humanistas.
Fundaciones del Renacimiento
El Renacimiento significó un nuevo arte, nuevas mentalidades y formas de ver, pensar y representar el mundo y los seres humanos.
Principales características
- Antropocentrismo (el hombre como centro del universo): valoración del hombre como ser racional y como la obra más bella y perfecta de la naturaleza.
- Optimismo: los renacentistas tenían una actitud positiva hacia el mundo: creían en el progreso y en la capacidad humana y apreciaban la belleza del mundo tratando de plasmarla en sus obras de arte.
- Racionalismo: frente a la cultura medieval, basada en la autoridad divina, el Renacimiento valora la razón humana como base del conocimiento. El conocimiento como fruto de la observación y la experiencia de las leyes que rigen el mundo.
- Humanismo: los humanistas eran eruditos, sabios y filósofos, que traducían y estudiaban los textos clásicos grecorromanos. Los conocimientos de los humanistas eran amplios y universales, y abarcaban diversas áreas del saber humano. A partir de estos estudios, se fundamenta la valorización del espíritu humano, de las capacidades, potencialidades y diversidades de los seres humanos.
- Hedonismo: apreciación de las satisfacciones sensoriales, carnales y materiales, en contraste con la idea medieval de sufrimiento y resignación.