Un sismo o movimiento sísmico es el movimiento de las placas tectónicas que se manifiesta en la superficie de la Tierra a través de temblores o desplazamientos del suelo conocidos popularmente como terremotos.
Características
El sismo produce un movimiento brusco que puede tener diferentes niveles de intensidad y duración y sus consecuencias pueden afectar gravemente a una área o pasar desapercibidos por la población.
Los sismos se originan debido a la deformación de rocas próximas a una falla activa, el cual tiene acumulada una gran cantidad de energía potencial que luego al liberarse producen grandes terremotos. El hundimiento de las cavidades cársticas, movimiento de las laderas y los procesos volcánicos pueden también dar lugar a sismos.
Hay ciertos lugares del planeta que tienen más tendencia a sufrir sismos. Estas zonas están ubicadas justo en los límites de las placas tectónicas.
Los geólogos analizan el hipocentro de un sismo, es decir, el lugar donde se iniciaron las ondas sísmicas ubicado en la corteza terrestre y su epicentro, que es el punto de la superficie muy por encima del lugar donde comenzó el terremoto y que será afectado por el mismo. Estos análisis son posibles a través de las informaciones que se obtienen por aparatos llamados sismógrafos que están esparcidos por la superficie terrestre y son capaces de detectar los movimientos del suelo.
Para evaluar la intensidad de un sismo generalmente se utiliza la Escala de Richter, un sistema logarítmico en base 10, es decir, donde cada valor atribuido al sismo se multiplica 10 veces. Por eso, los sismos o terremotos de intensidad 3 no se notan la mayoría de las veces mientras que los de intensidad 5 son capaces de desplazar muebles y romper vidrios ya que son 100 veces más fuertes.
Después del terremoto principal pueden producirse réplicas de menor intensidad durante las próximas horas y días.
La magnitud de un sismo es un número que expresa la cantidad de energía liberada de un evento en el hipocentro. Hay una enorme variedad de técnicas de cálculo de dicha magnitud pero la más conocida es la Magnitud Local de Richter (ML). Esta escala funciona como un patrón de medición.
La variedad de escalas de magnitud expresa diferentes premisas utilizadas desde su aparición. Debido a este largo proceso de evolución de las escalas de magnitud, en cada sismo se reportan valores que no son absolutamente iguales entre sí pero que en general no difieren mucho.
La mayor parte de los sismos importantes ocurren a lo largo de las principales discontinuidades de la corteza terrestre que son las fronteras de placas. Hay tres tipos de fronteras: las conservadoras, las destructivas y las constructivas.
Normalmente en las fronteras destructivas existe mayor potencial de existencia de sismos muy fuertes. La mayor parte de las fronteras de este tipo existe en el llamado «Anillo de Fuego del Pacífico«. Sin embargo, también se producen sismos en los otros dos tipos de frontera de placas e incluso en ambientes geológicos dentro de las placas tectónicas.