Los sólidos son aquellos que mantienen el volumen y la forma constantes gracias a la fuerte unión entre sus moléculas. Así como el gaseoso o el líquido, la fase sólida corresponde a uno de los tres estados de agregación de la materia.
Características
Entre las características de los sólidos se encuentran la dureza (es cuando otro cuerpo más blando no puede rayar la superficie del sólido en cuestión), la elasticidad (cuando los sólidos están deformados estos pueden volver a su aspecto original) y la fragilidad (los sólidos son frágiles, es decir, pueden quebrarse o fragmentarse en pedazos).
Cuando la presión es constante y la temperatura es baja, los sólidos tienden a formar estructuras cristalinas. Esto permite que puedan soportar fuerzas sin deformar o cambiar su aspecto o forma.
Los sólidos presentan alta densidad (sus moléculas se encuentran muy próximas unas de otras) y además cuentan con volumen y forma definidos (a comparación de los gases y líquidos).
El agua congelada (hielo) es un claro ejemplo de un sólido. Dicha sustancia está compuesta por un átomo de oxígeno y dos átomos de hidrógeno y se la puede encontrar en estado gaseoso (vapor) y en estado líquido (ríos, mares y océanos).
Propiedades de los sólidos
Fragilidad: el sólido frágil se rompe con facilidad y una de sus características es que se rompen bruscamente. La fragilidad es lo opuesto de la ductilidad.
Ejemplo: el grafiti es un material frágil.
Dureza: el sólido duro presenta resistencia a tener superficies rayadas, la dureza puede medirse por la Escala de Mohs.
Ejemplo: las piedras preciosas son materiales de gran dureza.
Resistencia: el sólido resistente es capaz de soportar la acción de fuerzas intensas sin romperse.
Ejemplo: el hierro y otros metales son materiales resistentes a fuerzas externas.
Elasticidad: el sólido elástico se deforma y recupera la forma original cuando la fuerza que produce la deformación se retira.
Ejemplo: la goma es un material elástico.
Flexibilidad: el sólido flexible se dobla sin romperse.
Ejemplo: algodón, lana, nailon y otras fibras textiles son ejemplos de materiales flexibles.
Ductilidad: el sólido dúctil se extiende con facilidad, formando hilos. La ductilidad es lo opuesto de la fragilidad.
Ejemplo: el oro es bastante dúctil.
La plasticidad ser refiere a la deformación de un material sometido a fuerzas aplicadas.