El suelo es la capa superficial de la corteza terrestre, formado básicamente por aglomerados minerales y materia orgánica oriunda de la descomposición de animales y plantas.
Este elemento natural es de fundamental importancia para la vida de varias especies. El suelo sirve de fuente de nutrientes para las plantas, y su composición interfiere directamente en la producción agrícola.
Características
Estas son características presentes y observables en los suelos que permiten distinguir un determinado tipo de suelo de los demás. Algunas características que comúnmente se observan en la descripción morfológica de los suelos son:
Color
Es de fácil identificación y posibilita hacer inferencias con respecto al contenido de materia orgánica, tipos de óxidos de hierro, procesos de formación, entre otros.
Para que se tenga un patrón de identificación de color del suelo, se utiliza la Carta de Colores de Munsell (Munsell Color Charts), que considera las variaciones del color en escalas de tres componentes: matiz, valor y croma.
Textura
La textura tiene gran influencia en el comportamiento físico-hídrico y químico del suelo, y por eso, su evaluación es de gran importancia para el uso y manejo de los suelos utilizados para la agricultura. Se expresa por la proporción de los componentes granulométricos de la fase mineral del suelo, arena, limo o verdín y arcilla.
Se debe observar en el suelo, en la descripción morfológica, pero su valor definitivo es dado por el análisis granulométrico, realizado en laboratorio.
Estructura
Es el arreglo establecido por la unión de las partículas primarias del suelo entre sí por diversas sustancias encontradas en el suelo, como materia orgánica, óxidos de hierro y aluminio, carbonatos, sílice, etc.
Este arreglo da origen a los agregados, que son unidades estructurales separadas entre sí por superficies. La estructura tiene gran influencia en el desarrollo de plantas en el suelo, como sistema radicular, almacenamiento y disponibilidad de agua y nutrientes y resistencia a la erosión.
La estructura se caracteriza según tres aspectos:
- Tipo: laminar, prismática, columnar, bloques angulares, bloques subangulares, granular.
- Tamaño: muy pequeña, pequeña, media, grande, muy grande.
- Grado de desarrollo: débil, moderado, fuerte.
Consistencia
La consistencia diferencia la adhesión y la cohesión de partículas del suelo, que pueden variar en función de la textura, materia orgánica y mineralogía y debe ser observada en el suelo en tres condiciones de humedad:
Consistencia seca: evalúa el grado de resistencia a la rotura o desprendimiento del terrón. Se clasifica en suelta, suave, levemente dura, dura, muy dura, extremadamente dura.
Consistencia húmeda: es dada por la friabilidad del suelo ligeramente húmedo. Es clasificada en suelta, friable, muy friable, firme, muy firme, extremadamente firme.
Consistencia mojada: se observa en muestras mojadas, amasadas y homogeneizadas en las manos. Se evalúa la plasticidad (capacidad del material en ser moldeado), en tres tipos: no plástica, ligeramente plástica y muy plástica; la pegajosidad (capacidad de adherencia), en tres tipos: no pegajosa, ligeramente pegajosa y muy pegajosa.
Porosidad
La porosidad se visualiza en el perfil del suelo y debe describirse según la cantidad y el tamaño de los poros.
- Cantidad: pocos, muchos.
- Tamaño: pequeños, medianos, grandes o muy grandes.
Cerosidad
La cerosidad puede verse en el suelo a simple vista o con ayuda de una lupa en la superficie de los agregados o en laboratorio, mediante análisis micromorfológico. Ocurre en las superficies de los agregados o en los poros. Tiene aspecto brillante o liso, resultante de la deposición de material inorgánico o arcilla. La clasificación se hace según dos aspectos:
- Grado de desarrollo: débil, moderado o fuerte.
- Cantidad: poco o abundante.
Nódulos y concreciones minerales
Son cuerpos cementados diferentes de la matriz del suelo y que pueden destacarse de la misma. Los nódulos no tienen organización interna. Las concreciones se desarrollan alrededor de un punto, de forma concéntrica. En la descripción del suelo, se deben considerar diversos aspectos de los nódulos o concreciones, tales como cantidad, tamaño, dureza, forma, color y naturaleza.
Minerales magnéticos: es evaluada en el suelo por el grado de atracción magnética a un imán de bolsillo.
Carbonatos: es detectado en el suelo por el grado de efervescencia de la superficie del material cuando entra en contacto con un pequeño volumen de ácido clorhídrico al 10%.
Manganeso: se detecta en el suelo por el grado de efervescencia de la superficie del material cuando entra en contacto con un pequeño volumen de peróxido de hidrógeno de 20 volúmenes.
Sulfuros: es común encontrarlos en áreas de manglares o con restricción de drenaje. En el suelo, los compuestos de sulfuros presentan coloración amarillo-dorada y olor característicos.
Eflorescencias
Se observan en el suelo como costras de sales en las superficies de las estructuras. Son resultado de la acumulación de sales después de la evaporación, por lo que se encuentran en condiciones de suelo seco.
Cohesión
Es una característica relacionada con la dureza (duro, muy duro o extremadamente duro) de horizontes subsuperficiales cuando están secos y friabilidad (friables a firmes) cuando están húmedos. Se pueden describir dos grados de cohesión en el campo:
Moderadamente cohesionado: material resistente a la penetración de cuchillo, martillo geológico y pala. Consistencia dura cuando se encuentra seco y friable a firme cuando está húmedo.
Fuertemente cohesionado: el material se resiste fuertemente a la penetración del cuchillo, martillo de geólogo y pala. Su consistencia es de muy dura a extremadamente dura cuando está seco y friable a firme cuando está húmedo.
Tipos de suelos
Entre los factores que contribuyen a la caracterización del suelo están el clima, la incidencia solar, la roca que originó el suelo, materia orgánica, cobertura vegetal, etc. El suelo puede clasificarse en arenoso, arcilloso, humoso y calcáreo.
Suelo arenoso
Posee gran cantidad de arena. Este tipo de suelo es muy permeable, pues el agua se filtra fácilmente por los espacios formados entre los granos de arena. Normalmente es pobre en nutrientes.
Suelo arcilloso
Está formado por granos pequeños y compactos, siendo impermeable y presentando gran cantidad de nutrientes, característica esencial para la práctica de la actividad agrícola.
Suelo humoso
Llamado en algunos lugares tierra negra, este tipo de suelo es bastante fértil, pues contiene gran concentración de material orgánico en descomposición. El suelo humoso es muy adecuado para la realización de la actividad agrícola.
Suelo calcáreo
Con poco nutriente y gran cantidad de partículas rocosas en su composición, el suelo calcáreo es inadecuado para el cultivo de plantas. Es típico de las regiones desérticas.